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Hoy me desperté con la sensación asquerosa de que ya no me pertenecías. Fue horrible, no me alcanzaba el aire. Te habías ido mientras yo dormía, me habías dejado todas tus mañas en mi mente, y tu olor y figura en mi cama. No respiraba, sentía que ya no eramos más vos y yo, que lo nuestro era historia. La pesadilla después del mejor sueño fue. No reaccionaba, estaba paralizada, lo peor que había pensado se estaba haciendo realidad. Hasta que escuché que llegabas del baño y volví a respirar. Por favor no me hagas eso nunca más!